Éste año, Mateo OFICIALMENTE ingresó a jardín de tres años, aunque pocos días después cumpliría los cuatro.
Ese era nuestro mayor temor como padres. ¿Cómo sería la adaptación? ¿Cómo le explicaríamos que sería el mayor de todo el salón? ¿Se aburriría pronto de las clases? ¿Tendríamos que hablar con las tutoras? Muchas preguntas sin responder, que espero se vayan aclarando a lo largo del año.
Dicen que todo lo nuevo da miedo, y así sucedió con él. A finales del año pasado entendió que no volvería más al Nido (el que lo acompañó por 2 años). No quería que siquiera le mencionemos que iría a un nuevo jardín, se negaba y rehusaba al hecho, diciendo que le daba miedo. Aplicamos el método del chantaje, le ofrecimos mochila nueva, pero no nos dábamos cuenta que sólo necesitaba un empujón de confianza y seguridad.
Poco a poco se fue acostumbrando a la idea, le fue gustando ser "el mayor". Le dijimos que como tal, sabía muchas cosas más que podría enseñarle a los niños nuevos. El día de adaptación fue un éxito y hasta el momento no ha derramado una sola lágrima.
Recuerdo que cuando YO iba al Cole, mi mamá me enseñó a ser super organizada. Entraba super temprano así que debería tener todo listo si quería dormir esos "5 minutitos más". Así que gracias a ella, puedo decir que ahora soy una mamá organizada y psycho, y así evito que Mateo pase roche si se me olvidó de algo. Aquí mis básicos para el cole:
- Organizo "TODO" el día anterior. Aunque tenemos ayuda en casa, confieso que prefiero ser yo la que se encarga del desayuno y ropa de Mateo. Para tener todo calculado con el tiempo, ya que ahora entra super temprano, el día anterior escojo la muda que llevará al día siguiente (polo, short/pantalón, ropa interior y zapatillas). Alisto una muda adicional en la mochila, guardo agenda, bloqueador, gorra y paños húmedos. Y de paso, alisto mi ropa si se que seré yo la que lo lleve al jardín.
- Desayuno. Cómo les dije, prefiero encargarme yo de su desayuno. Aunque admito que también recibo ayuda cuando de preparar el jugo se trata. Reviso la "lonchera compartida" que Mateo comerá ese día, y trato de darle algo diferente en el desayuno (varío el pan, avena y fruta).
- Lonchera Compartida. Una vez al mes me tocará mandar el lunch para todos los peques del salón, y mientras tanto confío en que las otras mamis sean tan psychos como yo.
- La llevada. El nuevo cole queda un poco más lejos que el anterior, así que por tratarse del horario, yo me encargo de la alistada y "A" se encarga de llevarlo al cole. Nos dieron la opción de llevarlo en movilidad, pero consideramos que aún está muy chiquito y que esos momentos de llevarlo y recogerlo, son los que le dan seguridad para quedarse feliz. #cadaniñoesdiferente
- La recogida. Como se me complica estar lista para llevarlo en las mañanas, trato de ser yo la que lo recoja, o de organizarme con "A" para ir juntos. La cara de felicidad y emoción de Mateo es única cuando lo recogemos y así se que tuvo un "lindo día" como dice él.
Admito que, es a mi a la que más le chocó los primeros días de adaptación. Inconscientemente no he estado preparada para dejar a mi peque volar. Al ver que no le costó ir de la mano de su Miss, el corazón me pataleó y quise gritarle que "me extrañe, y que mamá volvería pronto". Pero no fue necesario.
Mi bebé me hizo adiós con la manito, me lanzó una sonrisa y se fue feliz.
No me queda más que aceptar la idea de que se siente seguro y confiado, tal cual quisimos en un inicio, y espero que eso le permita aprovechar cada minuto y segundo para sacarle el jugo a su "NUEVO JADIN".
