Once upon a time… había una vez…
Una chica de 23 años que acababa de quedarse sin empleo.
Asimilaba el hecho de tener que buscar otro, para seguir con
su independencia.
Una chica jovial, un poco tímida pero segura de sí misma.
Tenía muchos planes a futuros, viajes y más estudios para seguir creciendo
profesionalmente. Y había decidido, por el momento, no tener hijos.
De repente la vida te samaquea de sopetón.
Yo creía tenerlo todo bajo control, era la típica chica autosuficiente y fresh que,
sin previo aviso, se enteró que sería mamá muy pronto. Y así empezó el
vaivén de emociones que sólo Dios sabía cómo terminaría.
Ya les he contado las razones por las que creé a MAMÁ ABEJA,
pero no les he contado cómo estamos ahora. ¿Verdad?
- Gracias a MAMÁ ABEJA he conocido y sigo haciéndolo, a personas hermosas y con ganas de subirte el ánimo cuando estás cayendo.
- Gracias a MAMÁ ABEJA aprendí a valorarme como mamá y mujer, para poder mandarles esa buena vibra que muchas veces se necesita.
- Gracias a MAMÁ ABEJA conocí un muchos lados ocultos en mi.
Superé el hecho de que sería un poco difícil regresar a mi vida profesional segura, y eso estaba bien.
- Dejé de lado, en gran parte, el que dirán. Y aprendí también, a no juzgar a la Maternidad.
- Crecí como persona, mujer, mamá y esposa. Me sorprendí al darme cuenta que me ENCANTA ESCRIBIR, contarles anécdotas y reírme de ellas mismas.
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La relación que cree con Mateo desde Mamá Abeja, mejoró intensamente.
Creció con ella y con ustedes, y siempre hemos recibido los mejores deseos y vibras por parte suya. ¡Muchas Gracias!
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Nowadays... hoy en día...
Sigo siendo esa persona autosuficiente y mucho más fresh que antes, pero tengo presente que cada cosa que hago, es pensada en él, y en lo bueno y malo que puede traer a su vida.
Me despierto pensando en qué comerá y vestirá, en cómo se irá al cole y deseando que regrese feliz. Esas horas que no está conmigo las aprovecho al máximo para dedicármelas, a mi trabajo, a mis pendientes y a ustedes. Una vez recargadas las baterías, le dedico lo que resta del día a él, porque lo exige y lo demanda. Y aunque sí, muchas veces me quejo y reniego, se me pasa con un "dicupe mamá, te amo".
Cuatro años se pasaron volando, y éste último fue mucho más divertido. Gracias por seguirnos y acompañarnos, por alentarnos a seguir escribiendo y mejorando. Por sus sugerencias, comentarios y exigencias. Nos llena el corazón saber que las #loncherasBee son tan especiales para ustedes.
Empezamos un nuevo año juntos y esperamos seguir creciendo.
Con todo el amor del mundo,
Karla.
