martes, 3 de abril de 2018

A mi Pequeño Mateo. Felices 4 años.

Hace 4 años y unas horas más, al promediar las 5:00 am recibimos la noticia que venías ¡YA!.


Habia preparado mi mente y cuerpo para recibirte de la manera natural, no quería llevarme cicatrices del recuerdo y esperaba que nuestra recuperación fuera mucho más rápida. Pero como lo has venido haciendo todos éstos años, decidiste llegar a tu modo y sin prisas. ¡Ay, mi Mateito rebelde!.
Te confieso que la idea me aterró, no quería estar casi dormida al escuchar tu primer llanto, quería poder tocarte y mirarte para después pegarte contra mi pecho. Quería que tu mirada se cruce con la mía y ser yo la primera persona a la que vieras. Al escuchar que no podía ser así, lloré, y mucho. Tenía miedo de aquel quirófano, de no estar con tu papá. 
Pero lo que me calmó durante el proceso de asimilación, fue tenerte latiendo a mil por hora, aún dentro de mi. Anunciando tu llegada.
Regresamos a casa para preparar las cosas, llegamos al cuarto donde apenas cabía tu moisés, el cuál por supuesto NO estaba listo. Fuiste tan repentino que sólo atiné a separar tus mudas. Tuvimos un par de horas para hacernos a la idea de que me operarían por primera vez. Aún con el nudo en la garganta, pegamos las letras que con tanto amor te hicimos de Trupan. Una grande y fuerte M de color azul, seguida de una A - T - E - y finalmente una O. 
Formaban ese hermoso nombre que por meses estuvimos escogiendo y combinando. Te cuento que al final, fue tu madrina quién atinó tu nombre y significa, tal cuál, lo que fuiste y eres para nosotros, un "Regalo de Dios".

Tu llegada fue totalmente sorpresiva e inesperada, desde que me enteré que te tenía conmigo, vi un lado de la vida que creí jamás ver. Cambiaste mi panorama y mi mundo entero, y me diste la posibilidad de ver la vida y enfrentarla de la mejor manera.
Tu me has dado vida y me has dado amor, del más puro que pueda existir.
Ahora eres un pequeñito de cuatro años, la vida me está sacudiendo nuevamente porque ya no dependes tanto de mi. Te veo despertar y cerrar los ojos, pero se que en un abrir y cerrar de ellos, serás un "muchachón" con toda una vida por delante. Es tan cierto cuando dicen que la vida pasa volando.
Parece que fue ayer, cuando tu papá y yo competíamos por tu primera palabra, y aunque yo jure que sería "mamá", tu decidiste que fuera "papá". ¡Ay, mi Mateito rebelde!.

Ahora que ya eres "un niño grande de 4 años", te tengo que decir que te aferres a la vida, vive todo lo que puedas de la mano de todos los valores y enseñanzas que te hemos dado. 
Te vas a caer y equivocar muchas veces, pero será parte de la vida y de tu formación. ¡Levántate!
Y aunque, pronto quizás, seas un adolescente o un joven estudiante, ten por seguro que SIEMPRE seré tu mamá. #siemprecaraj*

Te amo con el corazón y el pensamiento, y todo lo que hago, lo hago por ti.
Tu mamá Karla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario